lunes, 15 de diciembre de 2014

"El masaje del bebé"


EL MASAJE INFANTIL

El masaje infantil es una terapia de cariño. La estimulación de la piel y la manipulación de diversas zonas reflejas actúan sobre diferentes órganos corporales, hecho que crea un estado armonioso en el bebé e influye en su evolución de manera muy positiva. El masaje del bebé no es una terapia especial adecuada para determinadas dolencias, sino que contribuye a fortalecer la comunicación, los vínculos afectivos, el respeto y el conocimiento mutuo.

Algunos beneficios del masaje son:
  • Favorece la comunicación.
  • Fomenta la confianza y la unión.
  • Descarga la tensión, la ansiedad e irritabilidad.
  • Calma los cólicos y problemas digestivos.
  • Ayuda a ganar peso.
Aquí os mostramos algunas de las técnicas del masaje y lo bien que los pasan nuestros bebés mientras la seño les hace los masajes:
1. Piernas

Presionar.
Sujétale la pierna en vertical, a continuación rota ambas manos en dirección contraria hasta llegar al tobillo, presionando suavemente.



Rollitos.
Haz rotar tus manos alrededor de las piernas de tu bebé, desde la rodilla al tobillo.

2. Abdomen.
Los masajes en el abdomen estimularán el sistema intestinal del bebé, favorecerán la expulsión de gases y aliviarán el estreñimiento. La mayoría de estos masajes finalizan en la parte inferior izquierda de la tripita del bebé (tu derecha cuando estás situado/a frente a él). Aquí es donde se localizan las partes de eliminación del intestino. Por lo tanto, se trata de que todo se mueva hacia la parte final de éste.

El molino.
A.     Desliza la parte exterior de las manos sobre la tripita del bebé, una tras otra, como si fueran paletas y estuvieras recogiendo arena hacia a ti.

B.      Levanta las piernas del bebé con tu mano izquierda y sujeta los tobillos. Repite ahora el movimiento del molino con la mano derecha. Esto relajará el abdomen de tu bebé y te permitirá darle masajes con algo más de intensidad.


Andando.
Haz como si caminases por la tripita de tu bebé con la punta de los dedos, de izquierda a derecha.
Quizá notes cómo se mueven los gases debajo de los dedos.


Te quiero (I love you).
A.     “I”. Con la mano derecha, acaricia la parte izquierda de la tripita del bebé (tu derecha) en un movimiento único y hacia abajo, como si escribieras una “I”.
B.      “Love”.” Dibuja con tu mano una “L” invertida que vaya de tu izquierda a tu derecha.
C.      “You”. Ahora dibuja con tu mano una “U” invertida que vaya de tu izquierda a tu derecha.
Mientras realizas esta serie de movimientos ve diciéndole a tu bebé en tono suave: “Te quiero”. 
¡Verás cómo le gusta!


3. El pecho.
Un libro abierto.
Con las dos manos juntas en el centro del pecho presiona hacía los costados, siguiendo la caja torácica, como si estuvieras alisando las hojas de un libro. Sin levantar las manos del cuerpo de tu bebe, vuelve a llevarlas al centro del pecho como si se tratara de dibujarle un corazón.



4. Brazos.
Primero levántale el brazo y acaríciale la axila varias veces, masajeando los nódulos linfáticos de esta zona.
Levanta el brazo del bebé en vertical y envuélveselo con las dos manos desde el hombro (como si sujetaras un bate de béisbol). A continuación mueve una mano en dirección contraria a la otra, con movimientos rotatorios hacia delante y hacia atrás, desde el hombro a la mano y apretando suavemente mientras realizas este movimiento.



5. Espalda.
Dirección contraria.
 
Empieza con las dos manos juntas sobre la parte  superior de la espalda colocándolas en ángulo recto con respecto a la columna. Mueve una mano en dirección contraria a la otra, de izquierda a derecha de la espalda del bebé, hasta llegar al culito.
Después, repítelo en dirección a los hombros, y otra vez hacia abajo hasta llegar al culito.

6. El rostro.
La sonrisa.
En el rostro del bebé se pueden acumular una gran cantidad de tensiones debidas a la succión, la dentición, el llanto y, en general a la interacción con el mundo inagotable de sensaciones que se extiende a su alrededor. Estira primero el labio superior con ayuda de los pulgares como para dibujar una sonrisa en su cara. Repítelo con el labio inferior.


¡AHORA A PRACTICAR, A TU BEBÉ SEGURO QUE LE ENCANTARÁ!

Remedios Muñoz Carrasco.
Departamento Educación Infantil.

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